El Grito de Wilhelm

De autor desconocido:

Cumpleaños en el ártico

Hace tres años fue mi cumpleaños en Finlandia. Lo celebré con muchos amigos, nos lo pasamos muy bien, e hice muchas fotos. Todavía tengo pendiente la entrada en el que lo explique. Cada minuto que pasa me acuerdo de menos detalles, así que es una lástima.

Para que esto no me pase con mi cumpleaños en Noruega, me he obligado a escribir este post, y poner algunas fotos. Sí, de esas fotos malas sin intererés ni mérito artístico ninguno, que la gente cuelga en la red para probar que tienen vida social, y para que sus amigos (y sobre todo los enemigos) cotilleen. Quién lo diría, al final he acabado pasando por el aro.

Al salir del trabajo quedamos con unos amigos para ir a la bolera, lo cual se nos ocurrió que era una forma original de celebrarlo. David, caralibro mediante, logró convocar a cinco chicas, una canadiense, una española, y tres rusas. También vino Kevin, francés compañero de trabajo. Hubo gente que no pudo venir o que se unió luego. Hubo gente que se fue. En cualquier caso no puedo decir que me sintiera solo:

Aquí pongo unas cuantas fotos del equipo en acción:

Después fuimos a cenar... a un Burguer King. Esto parece ser que es lo que hay por aquí. McDonal'ses y cosas por el estilo. Se unieron don Luis y su inminente esposa Päivi, de Finlandia. También vino Fiona. Es complicado decir de donde es Fiona:

Seguimos con el tour rosa. Después fuimos a un garito oscuro, de esos con pinta de jazz. Por lo visto allí se va los miércoles a beber vino, que hay oferta. Cada día hay algo interesante en un bar distinto. Se ve que se turnan. La de la izquierda es Marta, española:

JuanMa estaba tan borracho que hasta la cámara veía su copa doble:

Para los que no lo sepan, JuanMa es el responsable de que yo esté aquí:

Por último fuimos a otro bar, aunque este no era el que tocaba los miércoles. Traducido, se llama Blue Rock, a no ser que don Luis me corrija y me diga que se llama el Camino de la Gallina Turuleta, o algo parecido. Estaba muy guay, guitarras por las paredes, muchas fotos y discos, y una batería en el techo:

Un abrazo a todos los que quisieron felicitarme pero no pudieron.

Jugando con la nieve

Ventisiete años voy a cumplir mañana, y yo aquí, jugando con los iglús de los niños noruegos...


La foto me la tuve que hacer solo, porque el resto de la gente está ya cansada de nieve. Todavía no he conseguido darle a JuanMa un revolcón por la nieve... ¡No se deja! Normal, yo también me cansé en su día.

Aquí podemos ver la entrada de la casa... ¡Esa pala promete! :-D

Todo lo malo se pega... ¡Menos lo bonito!

Esto es una foto que hicimos cuando estuvimos en Noruega, con nuestros amigos trolls que por allí abundan. El texto lo ha añadido mi padre con el Picasa3, el resto es natural como la vida mísma...

Esta es una señal a la que le hice la foto en Noruega. Ahora tendrán que ponerla en Sevilla...

Primer día en el trabajo

Actualización: He cambiado las fotos de las vistas nocturnas por otras más bonitas.

Hoy ha sido el primer día de trabajo en Norut. Todo correcto de momento. No he conocido a todos los trabajadores de la empresa, pero sí a bastantes. A algunos me los presentaron, otros me dieron pié a que me presentara, y alguno me miraba como si me hubiera perdido y no pudiera salir de allí. Pero en general parece que hay buen ambiente, y que acabaré conociendo a todo el mundo rápido.

Pongo aquí una foto del despacho que comparto con Borja (se ve el eeepc touch que de momento tengo para hacer mis cosas), y de la vista que tengo de la ventana de mi despacho. Eso, quizá, es lo que más me gusta de Tromso; las vistas y las montañas. Me encantan las montañas tan altísimas que rodean la isla. Y todas cubiertas de nieve. Curiosamente ahora la nieve me gusta. En Tampere la acabé echando bastante de más. Por cierto, me atrevo a decir que no hace frío, aunque cuando se levanta viento se nota en las orejas...




Una cosa curiosa de la jornada de hoy es que tenemos jornada de trabajo europea. Desayuné al salir, comí una ensaladita de la cafetería (por probar, que aquí todo es carísimo), luego al salir nos tomamos unos gofres en la universidad, y todavía no hemos hecho la comida fuerte del día.

La cafetería de la empresa, el edificio, y la universidad me recuerdan mucho a Finlandia. Es todo igual, sencillamente (salvo los precios). Uno de estos días, cuando ya domine el terreno (hoy me he perdido tratando de devolver una bandeja a la cafetería), me llevaré la cámara y haré fotos. De momento os dejo con fotos de vistas de mi ventana.


¡Ah! Y éste es David, intentando montarse en un coche: