Ya de paso pongo esta foto, que es en lo que pienso siempre que veo esta escena:
Sorry for this post half en inglés, mitad en español.
02 noviembre 2008
Darth Vader Blues Harmonica
Watching that I felt like to rescue mine from the drawer...
31 octubre 2008
30 octubre 2008
Recuerdos de Finlandia: Que la Fuerza me acompañe
Una de las primeras actividades académicas que realicé en Finlandia fue asistir a un curso de orientación. En él, además de conseguir dos créditos, nos enseñaban el funcionamiento de la universidad y nos daban consejos sobre como sobrellevar el erasmus lo mejor posible.
El curso de orientación duró tres días, y nos trataban a cuerpo de rey. Por ejemplo, todos los días por la mañana teníamos a nuestra disposición una mesa con café, té y pasteles.
También realizábamos algunas actividades destinadas a que los alumnos erasmus nos conociéramos mutuamente. Uno de esos días, por ejemplo, nos invitaron a todos a un ágape de productos finlandeses, con música de piano en directo. En una mesa, además, había bolígrafos y cartulinas para ponerte en la solapa, con tu nombre y país de origen. A mí esto último no me gustó. Sé que parece absurdo, pero lo veo como una pequeña violación a mi intimidad. Es como la gente que chatea contigo en el ICQ (en aquellos tiempos pre-messenger) y te pedía una foto nada más empezar. Eso le quita toda la gracia. Además, la mitad de la conversación en ese tipo de situaciones es preguntar de dónde es tu interlocutor y cómo se llama. Eso por no decir que hay determinadas personas a las que no les apetece que todo el mundo sepa de dónde son (sus motivos tendrán). Al fin y al cabo, no estábamos en una situación en la que necesitáramos que unas cartulinas nos presentaran; ninguno de los presentes era tímido, y era mucho más divertido hacer las presentaciones de la manera tradicional.
Como no estaba dispuesto a pasar por encima de mis principios, pasé a tomar medidas. En ese momento decidí jugarme el erasmus a una sola carta. O me convertía en el más ocurrente y simpático, o pasaba a ser el friki del grupo. Tomé el boligráfo, mi cartulina, y escribí:
Y... ¡Funcionó! A los franceses les encantó. Todos corrieron a cambiarse su nombre por otros personajes de Star Wars. Y dado que era el grupo más numeroso, la iniciativa se convirtió rápidamente en un éxito. Lo que en un principio era una convencional reunión de erasmus, se convirtió rápidamente en una convención de frikis de Star Wars (secundada por todos salvo por unos pocos 'raritos'). Y yo pasé a ser conocido por todos como “showman y divertido” (¡toma trola!), que al fin y al cabo era de lo que se trataba. No empezaban nada mal mis relaciones internacionales, no...
Por cierto, ese día mantuve una de mis primeras conversaciones con Stefania. No recuerdo de que hablamos con mucha exactitud, pero sí que me preguntó cosas sobre España y sobre el “General Franco”. ¿Es que no leyó la cartulina?
El curso de orientación duró tres días, y nos trataban a cuerpo de rey. Por ejemplo, todos los días por la mañana teníamos a nuestra disposición una mesa con café, té y pasteles.
También realizábamos algunas actividades destinadas a que los alumnos erasmus nos conociéramos mutuamente. Uno de esos días, por ejemplo, nos invitaron a todos a un ágape de productos finlandeses, con música de piano en directo. En una mesa, además, había bolígrafos y cartulinas para ponerte en la solapa, con tu nombre y país de origen. A mí esto último no me gustó. Sé que parece absurdo, pero lo veo como una pequeña violación a mi intimidad. Es como la gente que chatea contigo en el ICQ (en aquellos tiempos pre-messenger) y te pedía una foto nada más empezar. Eso le quita toda la gracia. Además, la mitad de la conversación en ese tipo de situaciones es preguntar de dónde es tu interlocutor y cómo se llama. Eso por no decir que hay determinadas personas a las que no les apetece que todo el mundo sepa de dónde son (sus motivos tendrán). Al fin y al cabo, no estábamos en una situación en la que necesitáramos que unas cartulinas nos presentaran; ninguno de los presentes era tímido, y era mucho más divertido hacer las presentaciones de la manera tradicional.
Como no estaba dispuesto a pasar por encima de mis principios, pasé a tomar medidas. En ese momento decidí jugarme el erasmus a una sola carta. O me convertía en el más ocurrente y simpático, o pasaba a ser el friki del grupo. Tomé el boligráfo, mi cartulina, y escribí:
Name: Luke Skywalker.
Country: A Galaxy far, far away...
Y... ¡Funcionó! A los franceses les encantó. Todos corrieron a cambiarse su nombre por otros personajes de Star Wars. Y dado que era el grupo más numeroso, la iniciativa se convirtió rápidamente en un éxito. Lo que en un principio era una convencional reunión de erasmus, se convirtió rápidamente en una convención de frikis de Star Wars (secundada por todos salvo por unos pocos 'raritos'). Y yo pasé a ser conocido por todos como “showman y divertido” (¡toma trola!), que al fin y al cabo era de lo que se trataba. No empezaban nada mal mis relaciones internacionales, no...
Por cierto, ese día mantuve una de mis primeras conversaciones con Stefania. No recuerdo de que hablamos con mucha exactitud, pero sí que me preguntó cosas sobre España y sobre el “General Franco”. ¿Es que no leyó la cartulina?
23 octubre 2008
27 agosto 2008
Recuerdos de Finlandia: Mi primer examen
Aprovecho una noche de insomnio para escribir el primero de una serie de entradas que tengo planeadas desde hace tiempo, que son un relato de distintas anécdotas que me sucedieron estando en Finlandia. Ya no recuerdo los detalles con facilidad, así que mejor que comience cuanto antes mejor.
Hoy voy a relatar mi primer examen.
Entre los estudios que Domingo y yo nos decidimos a cursar, se encontraban unos sobre hypermedia, que se componían de teoría y un poco de prácticas aplicadas a la comunicación audiovisual con nuevas tecnologías. Multimedia interactiva, vamos. Para cursar esos estudios había un curso que, pese a no formar parte del currículum oficial, se consideraba básico y por tanto era obligatorio. Se llamaba “Introduction to Web Publishing”, Introducción a la Publicación Web. En él se estudiaban cosas básicas para desarrollar páginas web, como html, formatos de imágenes digitales, y cosas por el estilo. La cuestión es que, al ser un curso básico, y podía haber gente que conociera el temario, daban la oportunidad de pasar la asignatura sin ir a clase. En la segunda o tercera semana había un examen, y si lo pasabas, aprobabas la asignatura.
Las clases de esa asignatura eran los lunes a las ocho o a las ocho y media. A Domingo le venía muy bien no ir a las clases, porque le pisaba con otra asignatura, así que, pese a no tener conocimientos sólidos del temario, decidió buscar apuntes de otros años y prepararse el examen.
Yo, por mi parte, no tenía problemas en asistir a clase, pero el mismo día del examen había una excursión a un pueblo cercano, dónde además vivió un escritor finés afamado (por los los fineses), y prometía ser interesante. Total, que me apunté a la excursión (creo que costaba doce euros), y decidí ir a las clases de esa asignatura.
Llegó el día de la excursión. El autobús salía de la universidad a las ocho, y yo, pues decidí ponerme el despertador hora y media antes, para ducharme e ir con tiempo (se tardaba media hora desde mi casa a la universidad); A las siete y media. Supongo que me traicionó el subconsciente, y es que, ¿Quién se levanta a las seis y media por gusto? ¡Se supone que una excursión es una actividad placentera!
Total, que a las ocho menos cuarto, cuando me dio por mirar la hora, me llevé un buen susto. Me levanté de un salto, me vestí, llamé a un taxi y salí corriendo (bueno, sentado en el taxi), para la universidad.
Los fineses organizadores de la excursión, muy comprensivos ellos, me esperaron. Cinco minutos, por lo que luego pude saber. Como yo llegué a las ocho y diez, pues me quedé en tierra. Allí no había autobús. ¿Qué hacer ahora? Estaba claro: ¡El examen! ¡Era en media hora!
Cuando llegué al aula me encontré con Domingo. Tras explicarme lo que me había pasado me dijo algo así como “¡Pues venga, toma!”, y me dio los apuntes que elaboró durante el fin de semana a partir de las presentaciones (transparencias) del curso anterior. Me dio tiempo de ojear casi todos los apuntes, pero el examen me salió bien; Una de las notas más altas de la clase: un cuatro, que en nota finesa es como un notable alto. Domingo sacó un 5, el único, que al volver a Sevilla le convalidaron con una matrícula de honor. Hizo un examen perfecto.
No empezaba mal el curso: Tercera semana, y ya tenía un notable alto (no hablemos de Domingo, que mejor no pudo empezar). Lo malo es que el examen me costó, entre el precio de la excursión y el taxi, más de veinte euros. Ahora bien, ya no tenía que ir más a esa clase.
Es curioso como no madrugar un lunes me supuso, de sorpresa, un notable, cuatro créditos ECTS, y no tener que madrugar ningún lunes más. El examen salió caro pero, definitivamente, fue un dinero muy bien invertido.
Etiquetas:
Domingo,
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Recuerdos de Finlandia
Animals
Mirad dónde he estado recientemente:
No me lo esperaba... Cuando lo vi, me volví loco y me puse a echar compulsivamente. No sé si los que estaban a mi alrededor lo entenderían. Casualmente, el día anterior, estuve en una exposición de fotos de Pink Floyd, y me quedé con las ganas de comprarme algo. Mira, me salió más barato así.
No me lo esperaba... Cuando lo vi, me volví loco y me puse a echar compulsivamente. No sé si los que estaban a mi alrededor lo entenderían. Casualmente, el día anterior, estuve en una exposición de fotos de Pink Floyd, y me quedé con las ganas de comprarme algo. Mira, me salió más barato así.
12 junio 2008
01 abril 2008
The Chess Master
The Chess Master, juego de aquellos tiempos, donde un maestro de ajedrez te retaba:
The Domino Master, juego de toda la vida, donde puede que Maese Maestro del Dominó te deje con la boca abierta con jugadas imposibles. Su última pieza colocada sobre la mesa (con golpe seco, como los mejores campeones) fue el uno-blanco. Observad su cara de satisfacción al demostrar su superioridad intelectual mientras nos reta con la mirada:
The Domino Master, juego de toda la vida, donde puede que Maese Maestro del Dominó te deje con la boca abierta con jugadas imposibles. Su última pieza colocada sobre la mesa (con golpe seco, como los mejores campeones) fue el uno-blanco. Observad su cara de satisfacción al demostrar su superioridad intelectual mientras nos reta con la mirada:
29 marzo 2008
02 marzo 2008
El voto útil
He encontrado esta interesante herramienta que te informa de si tu voto para las próximas elecciones va a ser 'util', o por contra no vale un pimiento:
La explicación, en su 'about'.
¡Cambio en la ley electoral YA!
La explicación, en su 'about'.
¡Cambio en la ley electoral YA!
28 enero 2008
Yoigo, mentira de la buena
Se me ha quedado una cara de tonto que no veas. Y encima intentan metértelo sin que te des cuenta, con un mensajillo (uno por cliente, no por línea) y cambiando de un día para otro la web por una exactamente igual.
Siguen siendo lo más baratos (siempre que no te pases de una hora hablando con tus contactos yoigo, claro), pero han perdido lo que lo hacía diferente.
Siguen siendo lo más baratos (siempre que no te pases de una hora hablando con tus contactos yoigo, claro), pero han perdido lo que lo hacía diferente.
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